20.3.2020 Polillas, Cuarentena y Numerología

Tardé en crear este blog menos de 15 minutos, en cambio lo pensé toda la tarde.
A decir verdad Blogger.com es una plataforma que no me es ajena, la usé por mucho tiempo, hace mucho tiempo. Era una persona muy distinta a la que soy hoy, tanto que casi no puedo reconocerme. 
Me costó años abandonar esa vieja piel, libros de espiritualidad, meditaciones y amor propio, mucho amor propio y sin embargo sigo transformándome constantemente. Hoy vuelvo a sentarme al otro lado del monitor, pero ya no para ver blogs nefastos hechos por y para adolescentes con anorexia, no para escribir cuantas calorías comí hoy y odiarme todo lo que me odie, hoy vuelvo a escribir para plasmar todo lo que me amo y amo a cada criatura que habita esta tierra. 

Poco a poco se irán hilando las palabras sueltas que van y vienen en mi cabeza, dándole algún sentido a lo que voy escribiendo, o eso espero. 

Estamos en Mabon, las hojas caen y mueren en el suelo de calles vacías o casi vacías. Las energías se retraen a la espera de la inminente muerte simbólica que vendrá con el invierno, nos guardamos para el renacer. 
El equinoccio de otoño me encuentra como antaño, como en la época de nuestros ancestros y encastras, cobijada en mi hogar, tomándome un té con jengibre y analizando el privilegio que es tener un techo donde parar, agradeciendo. Todo muy normal, respetando las estaciones como una vez lo hicimos, como nunca debimos olvidar. Pero esta vez al resguardo del virus que puso a toda la humanidad en alerta.

El Covid-19 es un virus respiratorio que vino desde china. Algunos dicen, y quiero creer, que es una gripe normal. Afecta gravemente a las personas mayores, las que cursan enfermedades crónicas y a inmunodeprimidos. Pero se esparce rápidamente sobre toda la humanidad, generando caos en el sistema de salud, obligándonos a recluirnos en nuestras casas, aislándonos a tal punto de no poder ir a trabajar, algo que agrava la crisis económica que algunos veíamos venir. El estado, en el caso de Uruguay, no apoya al pueblo, suba del dolar, de las tarifas y gente en el seguro. Mucho miedo y tapabocas. 

Pero algo me dice que esto servirá, habrá quien pueda leer esos libros que nunca leyó, que encuentre al fin en su interior esa luz, que despierte su creatividad y avive la conexión con la naturaleza. 
Por mi parte, medito escuchando baños de gong para aliviar el dolor de cabeza, para desconectarme de lo que pasa fuera de mi casa. Leo sobre la medicina de las polillas (en este momento hay una invacion) esa medicina habla de apreciar a la naturaleza y dirigirnos hacia la luz, es la transformación necesaria, mientras estamos encerrados la madre tierra se cura. Todo en el planeta se transmuta, se sana, aunque parezca que se desmorona. Y yo creo en eso, en que este es un mal necesario, algo que nos hará valorar nuestra vida, a Gaia y a nuestros afectos. 

Hoy vi un posteo que hablaba del 2020 (20 + 20 = 40 Cuarentena) y si sacamos el 0 es el numero 4, mi numero de nacimiento (algo que reniego porque me sacaron antes de tiempo,  yo seria un 33. Algo que me voló la cabeza y me hizo encontrarle un sentido a mi forma de ser) y para los 4 es el año en que hay que meditar, año de volver al interior y reconocernos como seres espirituales. Todos son mensajes, necesitamos volver a nosotros, al hogar, pero al verdadero hogar y de alguna manera todo nos esta haciendo volver. 

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